Breve
Historia del Cine
Siglo XIX.- Tanto en
Estados Unidos como en Europa, se animaban imágenes dibujadas a mano como forma
de diversión, empleando dispositivos que se hicieron populares en los salones
de la clase media. Concretamente, se descubrió que si 16 imágenes de un
movimiento que transcurre en un segundo se hacen pasar sucesivamente también en
un segundo, la persistencia de la visión las une y hace que se vean como una
sola imagen en movimiento.
La
historia del cine se inicia el 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos
Louis y Auguste Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en
movimiento.
El
cinematógrafo, el invento de los Lumière, tenía como antecedente el
kinetoscopio de Thomas Edison. Ellos consiguieron fabricar una cámara más
portátil y funcional a partir de aquel artefacto, que registraba imágenes en
movimiento, aunque no era capaz de reproducirlas. Las primeras películas combinaban indistintamente
dos tendencias cinematográficas que pronto se escindirían: el cine documental y
el cine de ficción. Por un lado exhibían escenas de la vida cotidiana, filmadas
en exteriores: trabajadores saliendo de las fábricas, trenes, transeúntes… y,
por otro, representaciones escenificadas grabadas en interiores. Algunas de
estas cintas a las que nos referimos son las famosas Salida de la fábrica (1895)
o La llegada del tren a la estación (1895)
Aunque hoy hablemos del cine europeo como
un cine de autor y de un cine norteamericano centrado en los aspectos
comerciales, lo cierto es que a ambos lados del Atlántico pronto se enfocó el
cine como un negocio. El cine nació con una pronta vocación industrial, que se
concretó rápidamente en la creación de diferentes empresas con la intención de
rentabilizarlo, es decir, las productoras.
Paulatinamente
el cine se iba desarrollando a lo largo de todo el mundo pero no
homogéneamente, de manera universal, sino que el cine se impregnó de los
valores culturales de cada país. Desde un primer momento se detectaron aspectos
y formas de lenguaje en cada país que remitían a una manera de entender la
producción distinta, que constituyeron distintas identidades cinematográficas a
lo largo del mundo.
A un
lado del Atlántico se sitúa la poderosa industria de Hollywood, que desde un
principio se conforma entorno a unas pocas sociedades que concentrarán la
producción, distribución y exhibición de las películas con el fin de conseguir
rentabilizar. Por su parte, las vanguardias europeas (francesa, alemana y
soviética, principalmente) se caracterizaron durante los años 20 por su
experimentación formal con el lenguaje cinematográfico y reivindicando para el
cine el estatus de arte. A pesar de que el cine caminaba con paso firme en
todos los países, ya durante los años 20 la producción de Estados unidos
comienza a destacar sobre la del resto de cinematografías mundiales, incluida
la francesa. En 1920 Estados Unidos produjo 796 largometrajes, frente a los 646
producidos por Alemania o a los 65 en Francia. En este año cerca del 80% de las
películas proyectadas en Europa fueron estadounidenses. Hollywood arrancaba
como sede mundial de la industria cinematográfica.
Chaplin era un cómico genial cuyos trabajos darían
brillo a la pantalla. Fue la primera estrella internacional y una leyenda
viva desde su juventud, rompiendo con cada nueva producción los récords de
taquilla anteriores. Su personaje mezclaba de una forma
única la comedia sentimental, la sátira social y el patetismo de la naturaleza
humana, convirtiéndose en un arquetipo universal, perteneciendo al cine mudo.
El final
de la década de los veinte está marcado por la revolución que supuso la llegada
del cine sonoro. La primera película que se considera sonora es El Cantor de
Jazz, de Alan Crossland. Warner Bros.
Durante
las tres primeras décadas del cine, hasta los años 30, se comenzaron a forjar
aspectos que configurarían la personalidad del cine Hollywoodiense.
Además,
en el cine norteamericano de los años treinta se empezaron a forjar diferentes
géneros: el musical, el cine negro, el cine de aventuras, el cine de terror,
etc.
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